martes, 21 de mayo de 2013


UNA Opinión asumida


Nueva disertación, la indefensión aprendida es esta vez… un nuevo concepto en nuestro vocabulario, pero no nada nuevo;  después de ver un par de videos en clase se nos han abierto los ojos ante un fenómeno que está día a día en nuestras vidas y del que sin darnos cuenta sabemos mucho.
Indefensión aprendida… podría sonar raro su nombre, pero yo lo veo así: “Aprendemos a hacer propia la opinión que tienen los demás sobre nosotros y nuestra condición”. Puede sonar duro también, pero es fácil de ver y entender con ejemplos sencillos de nuestra rutina como el momento de jugar a algún deporte con amigos, ¿y si no se me da bien? ¿qué debo hacer? Dicen que soy malo… que no sé jugar… manco… cojo… patoso… torpe… inútil…

“¿Quién sabe? A lo mejor tienen razón, ¿y si no debo jugar más?”

¿Con este ejemplo es mucho más sencillo verdad? ¿Acaso no nos hemos sentido en una situación así alguna vez? ¡Seguro que sí!

Indefensión aprendida… ahora seguramente nos suene diferente. ¿Imaginas que este concepto se pudiera ampliar a contextos diferentes? A mí personalmente no me gustaría que sucediese así, pero sí que pasa, y podría poner tantos ejemplos que me hartaría. Las mujeres maltratadas, las personas que viven en condiciones infrahumanas, los niños que se ven obligados a luchar en la guerra, ellos también se sienten indefensos amigo mío.

A la hora de introducir este nuevo concepto no pretendo otro mensaje de motivación como a los que estamos acostumbrados, solo es cuestión de darnos cuenta la capacidad tan grande de hacer daño que tenemos las personas, y lo fácil que sería conseguir que gente que por un motivo u otro se encuentra en una situación parecida  a alguna de las anteriores, estuviera igual de alegre que aquellos que inconscientemente, o no,  provocan este sentimiento de indefensión en tantos muchos.

A las personas indefensas, desprotegidas; la vida da muchas vueltas y por difícil que parezca, todo pasa porque ha de pasar, si dejamos de esforzarnos, o luchar dirían otros, estaríamos siendo deshonestos con nosotros mismos y en cierto, modo cobardes. Que nos pique ese amor propio y que no paremos nunca porque...

“Sólo los peces muertos son arrastrados por la corriente”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario