domingo, 19 de mayo de 2013

Optimismo lo principal para triunfar


                 En estos dos últimos dos años he comprobado que en la asignatura de lengua por mas que estudie y horas que le eche a la mayor nota que puedo aspirar seria un 5 y eso con mucha suerte y he entrado en un estado de indefensión aprendida en la cual ya doy por perdidos todos los exámenes que tenga de lengua, como le pasó en el experimento a uno de los perros.
                 La indefensión aprendida se describe como la inacción o pérdida de toda respuesta de afrontamiento. La teoría de la indefensión aprendida fue desarrollada por Martin Seligman en los años 70 con un experimento muy conocido en el que exponía a descargas eléctricas a dos perros enjaulados, con la particularidad de que a uno tenía la posibilidad de escapar accionando una palanca y el otro no. Aquí se dio cuenta de que uno de los perros no se escapaba ni intentaba escapar de las descargas entonces dijo que el perro había aprendido a sentirse indefenso y a no poder hacer nada para escapar.
Si trasladamos este experimento de Seligman a nuestra vida actual, y más en concreto al ámbito laboral, podemos afirmar que aprendemos de las experiencias diarias a las que nos tenemos que enfrentar y cuando este aprendizaje nos enseña que tenemos muy poco control sobre nuestros resultados, esta indefensión nos puede llevar a un fracaso continuo sobre nuestros logros y en el peor de los casos a abandonar sin hacer nada, ni poner remedio. El optimismo y el pesimismo que son los factores fundamentales que diferencian a unas personas de otras y las hacen que sean capaces de afrontar una situación de distinta forma. La generación de pensamientos optimistas nos hace ponernos en movimiento para generar una acción, en cambio los pesimistas nos guían a un abandono seguro y si se agudizan a la depresión.

                  En mi opinión muchas veces la indefensión aprendida forma parte de nosotros mismos, en la cual nos sentimos como poco capaces de salir adelante y afrontar las cosas del mundo y cosas que nos pasan día a día y al final todo lo vemos difícil, no luchamos ni por lo que  queremos porque estamos coaccionados. En estos casos tendríamos que tener la fuerza necesaria para poder superarnos a nosotros mismos y desaprender eso para poder superarnos.

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