Sentirnos libres nos hace fuertes

¿Quién quiero ser?¿Dónde quiero estar?¿Qué necesito?

A lo largo de nuestra vida nos hacemos miles de preguntas que depende de nosotros el responderlas.Preguntas que ponen en juego nuestras vidas y nuestra libertad.

El hacer lo que creemos correcto sin dejarnos llevar en una determinada situación es utilizar nuestra propia libertad.

Pero, ¿qué es la libertad?

Se entiende por libertad a aquella condición  que permite a una persona o ser vivo a vivir de manera independiente,sin ser dominado o sometido por otro.Es considerada uno de los derechos más importantes que los seres humanos tenemos.

La libertad en las personas da como resultado seres satisfechos ,dignos ya que el hecho de poseerla garantiza en el ser humano una capacidad para elegir un camino u otro,llevar adelante sus vidas y organizarla en función de lo que crean correcto.

Una persona a la que se le quita su libertad, suele convertirse en una persona débil,simplemente por quitarle la condición de orientar  su propia vida.

Muchas veces me he preguntado cual de los regalos que nos  da la vida es el que sobresale del resto.

Sinceramente aún no lo sé,pero hay uno que destaca de entre todos ellos.

La libertad es una cosa que todos tenemos,tenemos libertad de amar, libertad de elegir, de temer,de creer,de luchar....

Realmente si te paras a pensarlo eres libre de todo,es como si todas las cuestiones de la vida dependieran de ti,pero no es así.

Vivimos sin darnos cuenta de la inmensidad de oportunidades que nos ofrece la vida para crecer,las miles de cosas  que podemos hacer y de elegir lo que queremos.

La vida está hecha para vivirla y tenemos la libertad para hacer todo lo que nos parezca correcto.

Sin embargo,nuestra libertad se encuentra absolutamente limitada por diversas corrientes externas,información que nos bombardea y limita a diario y nos impiden ver que es lo que nuestras almas verdaderamente quieren,que es lo que las hace libres.

Encontrar la libertad es difícil,pero el sentirla nos hace fuertes.