“El corazón tiene razones que la razón no entiende”.
La razón te hace seguir en la vida unas pautas razonables y lógicas pero sin embargo el corazon consigue querer lo que haces. Muchas veces a la hora de actuar, el cerebro pierde el mando absoluto de la situación, y el corazón controla los movimientos por completo.
Una nos llevaría una vida robotizada, estrictamente geométrica, y la otra, una vida accidentada. El complemento de las dos nos llevaría a una vida mas lógica, mas feliz y mas humana. La razón cede de sentimientos y emociones, se guía por cosas mas objetivas.
El llevar una situación social, individual, basada únicamente en la razón nos alejaría de creencias religiosas, esperanzas, incluso careceríamos de vida social, acercándonos a un individualismo. En cambio nos produciría un perfeccionamiento de nuestro entorno material.
El corazon nos lleva a la realidad humana. Entiende razones según sus necesidades. Nos lleva a actuar de una forma donde la lógica no existe. Pero no es así porque el corazón actúa de forma que la razón no lo entiende, pero si la humanidad. Hace que sea mas social y mas espiritual y que nuestros sentimientos cobren sentido a nivel colectivo. Con el corazón darías la vida por tener el derecho a defender unos ideales, con la razón se intentaría por ejemplo imponer unas ideas a otras partes de la sociedad que no comparten, con el corazón se lucharía para que esa otra parte pueda exponer las suyas.
El corazon y la razón conviven en distintas dimensiones, no tienen que ser ni opuestas ni paralelas, pero si tiene que haber un nexo de unión entre ambas.
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