miércoles, 24 de abril de 2013

En contra de la tauromaquia

Nuestra postura en contra de la tauromaquia tiene una serie de argumentos que apoyan la idea de que debe prohibirse esta actividad. Estamos totalmente en contra de las corridas de toros porque nos parece que es una actividad que sólo tiene como objetivo matar a un animal para entretener a las personas que lo ven. Es un abuso contra "los derechos de los animales", y además que el asesinato de los toros se convierta en un espectáculo en el que la gente aplaude cuando muere, es una crueldad. Mucha gente define la tauromaquia como un arte en el que los dos rivales mantienen una lucha igualitaria, cosa que es totalmente falsa: primero porque el arte es un proceso de creación y construcción que aporta cosas buenas a la vida, no la quita. Y segundo porque no se trata de una lucha IGUALITARIA, a todos estos toros se les reducen o se les quitan las capacidades más peligrosas que tienen, como por ejemplo los cuernos, que se los liman o cortan para que la faena le resulte más sencilla al torero; Se trata de un espectáculo lleno de falsedades y engaños. Hace mucho tiempo existían tradiciones y culturas basadas en la violencia y la discriminación, como la esclavitud o la lapidación de las mujeres cuando hacían algo que la sociedad no veía bien. Este tipo de tradiciones y culturas hoy en día están prácticamente eliminadas ya que se trata de un abuso de los derechos fundamentales del ser humano. Si esto es así, ¿por qué abusamos y tratamos mal a los toros? Es un hecho que va totalmente en contra de la ética. Los toros, al contrario de lo que piensan muchos aficionados, no han nacido para el toreo, sino que ha sido un capricho del hombre que los ha criado para esto, les han permitido una vida de lujos para que crezcan con las características adecuadas y luego les lleva a su muerte. Siempre se ha dicho que el toro en la corrida lucha por su vida y muere dignamente, pero lo único que hacemos es humillarle y colocarlo por debajo nuestro para sentir que somos superiores y que podemos vencer a todo lo que se nos ponga por delante. El toro, como cualquier ser vivo con un sistema nervioso central, siente; Sienten hasta cuando una mosca se les posa en el lomo, así que, por muy gruesa que sea la capa de grasa o la piel, sienten dolor, sienten cuando les clavan las banderillas y sienten cuando les atraviesan con la espada, sufren y luego mueren delante de la mirada de miles de personas que aplauden emocionadas.

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