viernes, 19 de octubre de 2012


PUNTO Y FINAL

La muerte, ese algo que llega en cualquier momento, quizás en un momento esperado o quizás no, pero antes o después llega, llega de repente, sin avisar, llega y te lleva con ella. Siempre me he preguntado ¿dónde arrastrará la muerte todo aquello que encuentra? Hay gente que piensa que la muerte es solo el principio de una larga historia, pero otros muchos piensan que es el final, que cuando te topas con ella de frente, todo se acaba, todo lo vivido se anula, los recuerdos se desintegran, las emociones desaparecen… ¿Quién sabe si la muerte es un principio o un final? Yo soy de las que piensan que para saber algo con certeza hay que experimentarlo, pero en este caso, eso viene siendo imposible.

Hace años, la muerte era algo de la vida cotidiana, algo cercano, se veía como algo que llegaba, sin más, en cualquier momento, y arrastraba con ella a cualquiera, a cualquier amigo, familiar, conocido o incluso a uno mismo, la muerte se vivía más de cerca por así decirlo. Con el paso de los años la muerte se ha ido convirtiendo en un tema tabú para la mayoría de la gente, ya ni siquiera se vela a un difunto en el mismo sitio donde ha pasado toda o el mayor tiempo de su vida, ni siquiera eso, ahora la muerte es como algo distante por así decirlo, se intenta esquivar y tener el menor contacto posible con ella. Mi pregunta es ¿por qué? Quizás nos intentamos alejar de ella, ya que la vemos lejana, o quizás simplemente sea por miedo. Miedo a que cuando menos te lo esperas, la muerte te visita, y te lleva, miedo a no poder despedirte de toda esa gente a la que le debes sonrisas y lagrimas, triunfos y fracasos, miedo a no poder dar un último paseo por la orilla del mar, o escuchar una sola vez esa canción que tanto te gusta, miedo a no poder dar un último abrazo, miedo a no poder respirar aire fresco de nuevo, miedo a no volver a ver un rayo de luz, miedo a no volver a sentir calor o frio, tristeza o alegría, miedo a no volver a poder expresarte, hablar, gritar, correr, miedo a dejar de ser tu, miedo a que llegue el final. Pienso que todo el mundo siente miedo por la muerte, ya que no la conocemos, no sabemos que hay después, o si ni siquiera hay un después.

Si me pidiesen una definición de muerte, no sabría darla con exactitud, pero una forma de definirla podría ser: la muerte, ese algo que te arranca de la vida. Te arranca de la vida, y de todo, porque la vida es lo único que tenemos. No me hago la idea de cómo será ese encuentro; bueno, ni como, ni cuando, quizás llegue antes de lo que uno espera, por eso pienso que ya que no sabemos lo que pasará, debemos aprovechar día a día, minuto a minuto, que lo que se pueda hacer hoy, no se deje para mañana, que cuando hagan algo por nosotros, lo agradezcamos en el momento, porque no se sabe si mañana o unas horas después será tarde, que demos todo por nuestra gente, que demostremos nuestro afecto hacía ellos, que demos abrazos sin motivo, que nos hagamos notar; que arriesgar, no es malo, es atreverse, es lanzarse, es experimentar, es vivir, arriesgar no siempre conlleva a darte un golpe, arriesgar conlleva a vivir cosas nuevas, a descubrir cosas que si no das ese paso no descubrirás jamás, arriesgar te llena de emociones.  Y las emociones al fin y al cabo es lo que nos mueve, de lo que estamos repletos, lo que nunca cesa. Mejor dicho, lo que no cesa hasta que llega la muerte, es decir, lo más duradero en un ser, lo último en desaparecer, pero que al fin y al cabo, como todo, acaba desapareciendo, ya que la muerte es imposible de esquivar, te atrapa, a ti, y al resto de seres, te lleva, y desapareces, desapareces por una parte, porque tu recuerdo puede que perdure años en mente de quien ha estado contigo, de ese al que sin motivo un día diste un abrazo y dijiste todo lo que te importaba sin venir a cuento. Y si, los detalles marcan la diferencia, y un simple detalle puede hacer que te marques en alguien, que no te olviden, y así aunque la muerte te lleve una y mil veces, de alguna forma seguirás estando presente, y que mejor estarlo para esa gente que estuvo contigo todo el tiempo, toda tu vida

1 comentario:

  1. Me ha parecido muy interesante tu disertación, con profundidad pero a la vez muy fluida en su escritura. No sé si el título hace justicia al desarrollo de la disertación: todo el tiempo, toda tu vida.

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